5. Impacto sobre el empleo: recursos humanos

5.1. Tipología

Esta evolución en el número de personas voluntarias del sector fundacional español pone de manifiesto el crucial papel desempeñado por el esfuerzo de solidaridad derivado del compromiso de este colectivo en la consecución de los objetivos fundacionales,

Las FAE españolas establecieron relaciones estables (laborales, corporativas y de voluntariado) con 373.522 personas en el año 2008, de las cuales 259.419 eran internas (181.547 empleos directos remunerados y 77.872 patronos no remunerados) y 114.103 eran externas (16.763 empleos indirectos remunerados y 97.340 voluntarios no remunerados) (Cuadro 12).

Los empleos directos experimentaron un gradual incremento hasta 217.623 trabajadores en 2010, para luego contraerse hasta 196.551 en 2012, experimentando desde entonces una recuperación sostenida hasta alcanzar un máximo de 267.055 empleados en 2019. El valor promedio del empleo directo en el sector fundacional durante el periodo objeto de estudio se sitúa en 220.956 personas.

Una evolución distinta ha experimentado el resto de las partidas que han mantenido sus magnitudes relativamente estables respecto al nivel de 2008, ya que en el caso de los empleos indirectos (es decir, los empleos que las fundaciones declaran generar al externalizar sus propias funciones a terceros), la cifra media se ha situado en 10.793 personas, si bien ha experimentado una contracción del -39,06 por ciento respecto al inicial de la serie. Es un dato que pone de manifiesto tanto mejoras de eficiencia y de gestión de los proyectos en el seno de las fundaciones, como la tendencia en la crisis a una provisión de servicios a partir de los recursos propios de las fundaciones y un recurso menor a la externalización de la gestión y prestación de los servicios de su objeto social.

En el caso de los empleos no remunerados, estimamos que el número de patronos ha aumentado en un 6,17 por ciento entre 2008 y 2019 (es decir, 4.806 patronos), siendo el número estimado según el avance de 2019 de 82.678 patronos, lo que situaría su valor medio durante los años 2008 a 2019 en 77.87518.

En cuanto a las personas voluntarios, personas físicas que altruista y solidariamente desarrollan actividades en las fundaciones sin recibir contraprestación económica alguna y sin tener una relación laboral o mercantil con las mismas, estimamos que su número se ha situado en los 127.687 en 2019, lo que supone un incremento del 31,18 por ciento desde 2008. Si bien el número de voluntarios disminuyó desde los 140,336 en 2009 hasta los 108.480 en 2012, desde entonces registra una paulatina recuperación.

Esta evolución en el número de personas voluntarias del sector fundacional español pone de manifiesto el crucial papel desempeñado por el esfuerzo de solidaridad derivado del compromiso de este colectivo en la consecución de los objetivos fundacionales, y ha permitido a España mejorar su posición en el ranking internacional del indicador de tiempo de voluntariado del Índice Mundial de Generosidad (WGI) que elabora desde el año 2011 la Char ties Aid Foundation utilizando datos recopilados por Gallup y clasificando a más de 140 países en el mundo de acuerdo con lo generosos que son (Gráfico 8).


18Como se ha señalado anteriormente, estas estimaciones han de tomarse con la debida cautela ya que no han podido ser contrastadas con los datos proporcionados por los registros y protectorados.

5.2. Empleo directo

El comportamiento del sector fundacional desde el punto de vista de la generación de empleo ha sido positivo en comparación con el conjunto de la economía española, tanto en la fase cíclica de recesión como en la subsecuente fase de expansión. Como se aprecia en el Gráfico 9 y en el Cuadro 13, ambas variables se mue- ven en sentido diametralmente opuesto entre 2008 y 2010 y en 2013: mientras que el empleo del conjunto de la economía española se redujo un 4,52 por ciento entre 2008 y 2010, la ocupación en las FAE aumentó en un 9,54 por ciento, en tanto que en 2013 el empleo total retrocedía un 0,83 por ciento y el de las fundaciones se expandía un 5,01 por ciento. Entre el año 2014 y 2018, se observa en el sector fundacional una constante recuperación del empleo (con una tasa de crecimiento promedio del 4,44 por ciento anual), que contrasta con el menor dinamismo registrado para la economía en su conjunto (cuya tasa de crecimiento promedio anual en ese período se sitúa en el 2,23). Por último, en el año 2019 el empleo en el sector fundacional se incrementa en un 3,95 por ciento, mientras que el de la economía española en su conjunto avanza en un 2,34 por ciento. Como resultado de este dispar comportamiento, el incremento anual medio del empleo durante el período 2008-2019 se sitúa en el +3,70 por ciento para las fundaciones y en el -0,16 por ciento para la economía en su con- junto.

Esta evolución respalda las conclusiones realizadas por Rubio Guerrero et al. (2013), referentes al comportamiento virtuoso del sector fundacional en relación con el empleo total de la economía, ya que durante las fases expansivas del ciclo presenta un mayor dina- mismo a la hora de crear puestos de trabajo y durante las fases recesivas no sólo no destruye empleo sino que sigue manteniendo su pujanza, incluso en la última fase bajista en curso en la que se ha experimentado una doble recesión. Dicho comportamiento virtuoso podría atribuirse a que, por una parte, la respuesta de las fundaciones durante el periodo analizado ha sido el de tratar de mantener el empleo aún a costa de una reducción en la retribución media de los trabajadores del sector fundacional y, por otra parte, las actividades relacionadas con las fundaciones puedan defenderse mejor o mantener su situación en épocas de crisis.

En relación con la distribución por CCAA, el Gráfico 10 y el Cuadro 14 nos indican que las fundaciones de Cataluña, seguidas de las de Madrid, son las que más empleo han generado, con unos registros medios de 84.640 y 37.748 trabajadores, respectivamente, experimentando la primera un aumento en 32.821 personas y la segunda en 15.167 entre 2008 y 2019. En términos de su participación en el total, Cataluña representa en promedio el 38,31 por ciento del empleo del sector fundacional, mientras supone el 17,08 por ciento en el caso de Madrid. En el extremo opuesto, Extremadura y la Rioja son las CCAA que muestran un menor número de ocupados en el sector fundacional (constituyendo, respectivamente, el 0,60 y 0,63 por ciento del total). Cabe destacar por último que, comparando las cifras de 2008 y de 2019, todas las Comunidades y Ciudades Autónomas han incrementado el número de empleos.

El Cuadro 15 ofrece información adicional sobre el comporta- miento del empleo directo en el sector fundacional referido exclusivamente a aquellas FAEE que tienen empleados entre los años 2008 y 2019. Los datos permiten comprobar que también el número medio de empleos directos en FAEE ha ido aumentando hasta el año 2010, reduciéndose en 2011 y 2012, en promedio, en 2,05 empleos y 0,46 empleos respectivamente, lo que supone una reducción del número medio de empleos en torno a 2,5 empleos en dos años, es decir, una reducción de un 4 por ciento en el nú- mero medio de empleados por FAEE. Sin embargo, entre 2013 y 2018 se registra una recuperación importante del empleo medio en el sector fundacional en 1,43 empleos, debido, por un lado, al incremento del número de empleos en el sector y a la reducción de FAEE. Por último, las estimaciones de avance para el año 2019 sugieren una caída de -0,46 empleos medios en el sector fundacional.

Por su parte, el Cuadro 16 muestra la distribución del empleo di- recto por intervalos de plantillas. Como puede apreciarse, en los dos primeros años la mayor parte del empleo se concentraba en FAE que tienen de uno a cinco empleados, pasando a tener ese protagonismo a partir de entonces las que tienen más de 20 empleados, hasta suponer en 2019 el 28.33 por ciento del empleo generado. En valores promedio durante los años considerados, las fundaciones que emplean entre 1 y 5 trabajadores representan el 19,20 por ciento del total (retrocediendo -13,18 puntos porcentuales entre 2008 y 2019), mientras que ocupan más de 20 personas suponen el 20,06 por ciento (aumentado su peso relativo en +8,44 puntos entre 2008 y 2019). Las fundaciones que contratan entre 11 y 15 empleados muestran una reducción en 1,35 puntos porcentuales durante la muestra estudiada (siendo su participación media en el sector del 3,29 por ciento), y las que tienen entre 16 y 20 empleados, experimentaron un incremento de 1,99 pun- tos entre 2008 y 2019, situándose su cuota media sobre el total en 4,52 por ciento).

Por su parte, las FAE sin trabajadores han experimentado altibajos durante el periodo analizado, pasando de representar el 31,24 por ciento del total de fundaciones en 2008 al 40,30 en 2010, para reducirse posteriormente hasta el 37 por ciento en 2012 y 2013, repuntar al 38,85 por ciento en 2015 y disminuir paulatinamente hasta el 36,25 por ciento en 2019. Comparando los datos final e inicial de la serie, se observa un avance de 5,01 puntos porcentuales en su participación en el sector, situándose su peso relativo medio en el 37,39 por ciento durante los años considerados. Estas cifras ponen de manifiesto el importante papel desempeñado por las fundaciones españolas que realizan su actividad gracias exclusivamente a la altruista labor desempeñada por su red de voluntarios y colaboradores.

Finalmente, el Cuadro 17 ofrece una comparativa de la estructura porcentual por tamaños de plantilla entre las FAE y las empresas españolas. En dicho cuadro se aprecia que, en relación con las empresas españolas, las fundaciones son relativamente menos frecuentes en los grupos sin trabajadores y de 1 a 5 trabajadores (con unas diferencias medias de -16,99 y -17,76 puntos porcentuales, respectivamente), mientras que son comparativamente más frecuentes en el resto de tamaños, destacando especialmente, el grupo de más de 50 trabajadores (con una diferencia de +23,87 puntos porcentuales), siendo también superior su participación relativa en las categorías de 6 a 10 trabajadores y de 10 a 20 trabajadores (con diferencias porcentuales de +5,59 y +5,28 puntos, respectivamente).

5.3. Empleo indirecto, voluntarios y patronos

Las fundaciones españolas desempeñaron sus funciones de interés general gracias a la imprescindible participación de un conjunto amplio de personas que colaboran con el cumplimiento de sus fines sociales desde fuera de la organización (empleo indirecto) o que lo hacen de manera voluntaria y gratuita (patronos y voluntarios).

El Gráfico 11 muestra la evolución del empleo indirecto genera- do por las fundaciones españolas durante los años comprendidos entre 2009 y 2019. Como puede apreciase, tras un periodo intermedio en el que, como consecuencia de la crisis económica las fundaciones internalizaron algunas tareas que prestaban otras entidades, con el consiguiente descenso del empleo indirecto de 10.305 personas en 2012 a 10.199 en 2013, el empleo generado fuera del sector se ha mantenido en torno a las 10.250 personas.

Por su parte, en los Gráficos 12 y 13 se puede observar, respecti- vamente, la evolución de la distribución por género de los miem- bros del patronato y voluntarios de las FAE españolas.

Como se puede observar en el Gráfico 12, sin grandes variaciones, en el período 2008-2019, la proporción entre patronos hombres y patronos mujeres se ha aproximado a una proporción 68/32 por ciento, por lo que no se constata que se haya realizado un especial esfuerzo hacia la consecución de la paridad en todo el periodo. De hecho, al comparar los datos final e inicial de la serie, se aprecia únicamente un incremento de 0,24 puntos porcentuales en la po- sición relativa de las mujeres en los órganos de gobierno y repre- sentación de las fundaciones españolas.

En el caso de las personas voluntarias, tal como se observa en el Gráfico 13, inicialmente la participación mayoritaria era femenina, aunque dicha participación ha ido decreciendo con el transcurso del tiempo hasta alcanzar en 2019 un 50,68 por ciento, siendo 51/49 la relación media mujeres/hombres durante los años 2008 a 2019.

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