Presentación
A pesar del inconveniente que supone la no disponibilidad de la información pública mencionada, con la información disponible en la AEF, las bases de datos públicas y la ayuda de la econometría se ha podido abordar un estudio que ofrece una fotografía seriada del período 2008-2019
Las fundaciones llevan a cabo una actividad social fundamental, necesaria, rica en matices: contribuyen a cubrir necesidades esenciales no cubier tas ni por el sector privado ni por el sector público. Son la expresión del altruismo, de la generosidad y de la sensibilidad individual y social. Por estas razones deben ser protegidas y su función debe ser incentivada por los poderes públicos. No en vano, con la intención de fomentar la actividad fundacional, el artículo 34 de la Constitución española consagra el derecho de fundación como un derecho fundamental de segundo grado.
En relación con las fundaciones españolas puede sostenerse que su papel es inequívocamente relevante. Se trata de un colectivo en el que, directa o indirectamente, de forma remunerada o no remunerada, trabajan más de 475.000 personas de todo tipo, condición y formación, unidas por el interés común de ayudar a los demás y contribuir a resolver problemas no resueltos. Estas personas administran eficientemente unos activos cuyo valor estimado en el año 2019 ascendía a 22.500 millones de euros y el gasto estimado era de 8.500 millones de euros. No se trata, en consecuencia, de una actividad marginal. La diversidad de los fines de las fundaciones y los resultados alcanzados mediante su actividad son una manifestación evidente de los vacíos que llenan, supliendo, en muchos casos, la falta de iniciativa o de atención por par te de las administraciones públicas. Su actividad, en consecuencia, sólo merece parabienes.
Y junto a la actividad de las fundaciones españolas debe mencionarse la de la Asociación española de fundaciones (AEF) que, con la colaboración de un reducido número de personas dotadas de una particular sensibilidad social, articula y defiende los intereses fundacionales aportando iniciativas, asesoramiento y colaboración.
El Informe que lleva por título “El sector fundacional en España: Atributos fundamentales (2008-2019). Cuar to informe” se enmarca en las actividades que lleva a cabo el Instituto de Análisis Estratégico de Fundaciones (INAEF) merced a la colaboración desinteresada de un grupo de fundaciones asociadas a la AEF interesadas en mejorar el conocimiento del sector fundacional español. El presente informe es el cuarto de una serie. Cada uno de ellos ha ampliado el período de referencia, ha mejorado la información utilizada y ha enriquecido el anterior. Sin embargo, el conocimiento disponible, aun siendo de gran utilidad, es, todavía, insuficiente. La razón de dicha insuficiencia se explica por la falta de una base de datos pública que ofrezca, debidamente presentada en una hoja de cálculo, la información —también pública— del colectivo fundacional. La falta de dicha información obliga a los investigadores a trabajar con información incompleta, con el riesgo de sesgos e inexactitudes, y, en cualquier caso,insuficiente para poder establecer relaciones causales con un mínimo de fiabilidad.
A pesar del inconveniente que supone la no disponibilidad de la información pública mencionada, con la información disponible en la AEF, las bases de datos públicas y la ayuda de la econometría se ha podido abordar un estudio que ofrece una fotografía seriada del período 2008-2019 que recoge la evolución de las principales magnitudes del sector fundacional español. Pese a las limitaciones de la información disponible, sin duda, las grandes tendencias han sido detectadas y los distintos informes las han reflejado con rigor. Pero el objetivo final perseguido todavía no ha sido alcanzado.
A pesar de la indudable calidad del trabajo realizado y la relevancia de los resultados obtenidos, la falta de universalidad de la información disponible y utilizada no excluye elementos de incer tidumbre. Por esta razón, este cuar to informe debe ser el último de la serie. A partir de ahora debemos dar un salto cualitativo y acudir a la información pública incorporada al Registro de fundaciones del Ministerio de justicia, debidamente verificada por el Protectorado de fundaciones de ámbito estatal del Ministerio de cultura y deporte, complementada con la información de otros registros de ámbito autonómico y otra información pública, así como la infor- mación disponible en la propia AEF. El objetivo debe ser mejorar la calidad y la verosimilitud de la información utilizada y los resultados alcanzados. Con mejores datos, mejorará la fotografía y será posible establecer relaciones causales entre variables. Y, paso a paso, se abrirá la posibilidad de incorporar el análisis de las fundaciones al acervo del análisis teórico.
El Informe está debidamente resumido por los autores. No cabe insistir en ello. En todo caso, me parece opor tuno poner de relieve que debemos hacer un esfuerzo considerable para que el sector fundacional español reciba la atención pública que merece en función de las actividades que lleva a cabo. Un instrumento eficaz es estar presente en las redes sociales y dar a conocer el trabajo realizado. Muchas fundaciones todavía no tienen página web, no publican su información relevante o no aprovechan todas las ventajas de la sociedad de la información. Esta realidad se traduce en una falta de presencia en los medios de comunicación y en un insuficiente conocimiento de nuestra labor por par te de la sociedad. En este campo tenemos un largo camino por delante que debemos recorrer sin interrupciones y con cier ta prisa.
Es justo dar las gracias a los autores del Informe: los profesores Simón Sosvilla Rivero (Universidad Complutense), Gregorio Rodríguez Cabrero (Universidad de Alcalá) y María del Carmen Ramos Herrera zUniversidad Autónoma de Madrid). Pero no sólo a ellos. Sin la cooperación de un grupo selecto de personas y fundaciones este trabajo no se hubiera podido llevar a cabo. En particular, han dedicado su tiempo a mejorar el trabajo: Silverio Agea, Rosa Gallego, Javier Nadal e Isabel Peñalosa. Y, por supuesto, también debemos dar las gracias al grupo de fundaciones mecenas que desde el principio han apoyado al INAEF. Y, en el presente caso, especialmente, a la Fundación Bancaria la Caixa, Fundación Mahou San Miguel, Fundación ONCE y Fundación Human Age Institute y a la particular pero importante cooperación de la Fundación María Francisca de Roviralta que ha colaborado en la mejora de la base de datos de la AEF. Todas ellas han contribuido no sólo a financiar este informe sino el conjunto de informes que ha llevado a cabo el INAEF. Gracias a todos.
Madrid, 9 de noviembre de 2020
Aniversario de la caída del Muro de Berlín
Amadeo Petitbò
Director del INAEF